Aunque cercano a la derecha, el artista de 66 años no tiene problemas a
la hora de construir una estatua al ex presidente Salvador Allende o incluso a
Augusto Pinochet. En total, ha realizado más de 60 esculturas públicas a lo
largo del país, no todas tan polémicas, pero en todas, asegura, ha procurado
meterse en el personaje. “Yo soy un periodista de la historia. Trato de
representar lo mejor que puedo a la figura histórica en una coyuntura
determinada”. En esta, su primera entrevista en casi 20 años, opina sobre la
contingencia, los amores y odios que sigue despertando su trabajo, y el
escenario actual de las estatuas públicas.
Publicado originalmente en El Mostrador